miércoles, 20 de junio de 2012

ENSAYO SOBRE LA LECTURA ETICA Y DEONTOLOGIA PARA ABOGADOS Y ESTUDIANTES DE DERECHO DE  PEDRO SAGASTEGUI URREAGA Y MARTIN SAGASTEGUI BARNALES.
Al leer la lectura sobre ética y deontología para abogados y estudiantes de derecho,  recuerdo que una vez pensé en mi inmadura cabeza estudiantil, por que ética  es considerado como un curso obligatorio  y no es considerado como un curso electivo,  si pues, en ese tiempo no le daba la importancia que debía, pensaba que era un curso innecesario y que saber que yo era una estudiante “buena y responsable”  me ayudaría a ser una abogada eficiente, pero al madurar mas en la carrera me di cuenta de la importancia de este curso. Como yo algunas veces muchos estudiantes pecamos de soberbios y creemos que aparentes sencillos cursos no  nos sirven y solo los tenemos de relleno. El llevar el curso de Ética y Deontología Jurídica me ha ayudado a filosofar sobre mi papel como futura abogada en la sociedad, me veo ahora como un factor clavé para contribuir en el desarrollo de mi país, con deseos de aportar ideas que sirvan para ayudar a ser mejor la normativa nacional, defender los derechos de los ciudadanos de todas las clases especialmente de los mas desprotegidos y olvidados de nuestras autoridades, es decir el curso de ética ha logrado humanizar en mi el derecho.
Como bien sabemos el derecho es una ciencia eminentemente social, es decir su objeto de estudio es el hombre y sus relaciones sociales desde la perspectiva jurídica, es decir su objeto de estudio es la conducta del ser humano la cual toma como su base principal para la creación de leyes eficientes que señalen sus deberes y protejan sus derechos garantizando así, su desarrollo digno en un ambiente idóneo y ordenado jurídicamente.   Es lógico que existan muchos abogados y estudiantes de derecho que solo vean la carrera como una industria de dinero o un medio para ascender a un mejor puesto de trabajo (digo lógico porque estudiar una carrera es una inversión de esfuerzo y dinero y lo mínimo que esperamos es recuperar esa inversión), dejándonos atrapar por una vorágine de superficialidad y olvidando la finalidad de esta profesión, de su naturaleza, de su esencia, la cual es: la defensa de las causas justas y la protección de los derechos fundamentales de los seres humanos, es decir proteger el estado de derecho en la nación que últimamente se ha visto tan vulnerada por intereses económicos y políticos.
En la lectura los autores tocan sobre la capacitación y actualización constante en los abogados, este tema es reiterativo no solo en este libro si no en todos los libros destinados a crear mejores profesionales, ya que si uno no se actualiza y profundiza sus conocimientos estará cada vez mas lejos de ser un profesional con un buen nivel de empleabilidad y sobre todo que aporte un servicio significativo y eficiente  a la sociedad.
La excelencia en el abogado solo se logra a través de la lectura constante y de llevar cursos de especialización en temas de nuestro interés y que sean de importancia social, esto para profundizar nuestros conocimientos y llenar vacíos  que tal vez en nuestra época de estudiantes no pudimos llenar, así como estar al tanto de las nuevas leyes, aunque muchas de estas no sirvan, pero que si no se conocen podríamos caer en lo que denominamos una contradicción normativa o conflicto de leyes. Otra cosa tema muy interesante que tocan los autores y que estoy de acuerdo, es sobre la deficiente educación universitaria en América latina, especialmente en el Perú, ese tema no es novedad ya que según ranking internacionales estamos últimos en educación incluso nuestro país vecino Chile nos gana, y es cierto solo pocas universidades cumplen el mínimo de requisitos que se exigen para la enseñanza universitaria, partiendo desde malas bibliotecas, las cuales tienen pésimo surtido de libros, poca ayuda tecnológica a estudiantes que no cuentan con una computadora,  pocos incentivos a la investigación estudiantil, obstáculos impuestos por autoridades universitarias y  a veces la poca capacidad de ciertos profesores a aceptar ideas nuevas, que aunque parezcan ridículas ahora en el tiempo sirven mucho para mejorar la legislación peruana, pero al final quien es responsable de su educación es el estudiante mismo, quien debe tomar lo poco o mucho que se le ofrezca y mejorarlo continuamente, de mi parte yo ya me hice la idea de que mi educación no debo dejarla en manos ni de la universidad y mucho menos del gobierno.
Con respecto a la masificacion de facultades  de derecho en el Perú,  como todos sabemos la educación en el Perú se ha vuelto una forma de industria de dinero, ahora ven el tema como algo comercial,  si bien es cierto no se puede prohibir  a la universidades a crear mas facultades de derecho, por la libertad de enseñanza, lo que si podemos hacer es orientar  a los estudiantes de colegios a través de exámenes bimestrales, que permitan a los profesores detectar potencialidades y dirigir esfuerzos en esas potencialidades con la colaboración de padres de familia y toda la plana docente.
Finalmente, los profesores no deben impertir las clases como algo monótono, deben incentivar el interés del alumno, la educación es algo psicológico y si el profesor no esta preparado para llegar al alumno,  es seguro que su curso será uno mas de la curricula, por eso los profesores deben aprender técnicas para persuadir al alumno a intervenir, a captar su atención  y hacerlo sentir feliz en clase y sobre todo a tener una mente abierta a muchas sugerencias de los alumnos.

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